En sus 161 km, hay que descubrir muchos sitios en Costa del Sol. Sugerencias sobre cómo moverse y los lugares para visitar, con el fin de disfrutar al máximo una tierra generosa de emociones.
La fama de la Costa del Sol está indudablemente relacionada con el golf, tanto que se le ha ido otorgando el apodo de “Costa del Golf”.
Los campos concentrados a lo largo de la franja litoral de la provincia de Málaga son más de 45, constituyendo la primera oferta en Europa de golf. Los municipios de Marbella y Mijas, en la Costa del Sol Occidental, son las de la provincia de Málaga que cuentan con el mayor número de infraestructuras golfisticas. En realidad los campos de golf proliferan también en el resto de la costa malagueña (Costa del Sol Oriental) y en las comarcas del interior (Valle del Guadalhorce y Antequera).
La clave del éxito son el clima privilegiado, que permite la practica del golf en todas las épocas del año, y la variedad de sus campos, tan en cuanto a número de hoyos, así como relativamente al diseño y a la ubicación. Las instalaciones son fuertemente diferenciadas entre si y van desde las que se sitúan junto al mar, hasta las de tipo escocés; desde las de tipo norteamericano, en que predominan los espacios llanos y hay abundancia de agua, hasta los que a la vez reúnen por lo menos dos de estas tendencias. El resultado técnico, deportivo y paisajístico obtenido es tan original como sorprendente.
Todo esto no ha pasado desapercibido a los organizadores de las más destacadas competiciones nacionales e internacionales: desde hace algunos años algunas de estas instalaciones han empezado a ser la base para la celebración de encuentros cuales el Open de España, The World Championship, Volvo Master y la Ryder Cup, lo que ha propiciado que la provincia de Málaga se conviertiera en sede oficial de invierno de la Asociación de Profesionales de Golf (PGA) de Europa.
En los últimos años el golf, considerado un deporte de elite, ha captado la atención de distintas capas sociales, a pesar de conservar todavía esta aureola. En los campos malagueños los precios son altamente competitivos y, en algunos de éstos, se ofrecen clases practicas y cursos de iniciación a cargo de reconocidos profesionales, mientras en otros se imparten cursos de perfeccionamiento.