En sus 161 km, hay que descubrir muchos sitios en Costa del Sol. Sugerencias sobre cómo moverse y los lugares para visitar, con el fin de disfrutar al máximo una tierra generosa de emociones.
Málaga, ubicada al extremo oeste del Mediterráneo, a 100 km a este del estrecho de Gibraltar, es la capital de la homónima provincia y, con más de medio millones de habitantes, representa la segunda ciudad más poblada de Andalucía. Su área metropolitana engloba más de 850 mil habitantes.
Muy conocida es la Costa del Sol, la franja del litoral de la provincia visitada anualmente por más de 17 millones de turistas y que comprende, entre otras, localidades cuales Marbella, Nerja, Torremolinos y Fuengirola.
La ciudad de Málaga, situada en una bahía rodeada de sistemas montañosos, es atravesada por el Guadalmedina y el Guadalhorce, que luego desembocan en el Mediterráneo. Con una temperatura media de 18 °C, tiene un clima templado en invierno y caluroso en verano, con la mayoría de las precipitaciones que se concentran entre noviembre y marzo.
Fundada por los fenicios en el VII siglo a. C., durante la época de los romanos Málaga gozó del privilegio de ciudad confederada de Roma. A la caída del Imperio, pasó a depender del dominio de Bizancio, volviéndose capital del territorio bizantino de Spania por un breve periodo, hasta que los bizantinos fueron expulsados por los visigodos a principio del siglo VII.
Fue en el 711 que empezaron los ocho siglos de dominación árabe, en la que la ciudad vivió una de sus fases de mayor progreso, terminada con la Reconquista por los Reyes Católicos (1487). En este tiempo Málaga vivió una etapa de extrema decadencia.
La recuperación empezó a partir del siglo XVIII, tanto que, con el inicio de la Revolución Industrial, fue pionera en la península, llegando a ser la primera ciudad industrial española, manteniendo, luego, durante años, el segundo puesto tras Barcelona. A partir de finales del siglo XIX, la ciudad empezó su decadencia, mientras los principios de novecientos se caracterizaron por ser una etapa de reajustes económicos en los que se produjo un progresivo desmantelamiento industrial y un fluctuante desenvolvimiento del comercio.
Durante la dictadura de Franco se asistió a dos fenómenos: por un lado empezó el boom del turismo extranjero hacia la Costa del Sol, conllevando un importante mejoramiento de la economía de la ciudad en los años sesenta y, por otro, hubo una emigración masiva hacia otras zonas de España y, a la vez, en los países norte-centro europeos.
En la actualidad representa un significativo centro económico-cultural en Andalucía y un importante nudo de comunicaciones gracias al puerto y al aeropuerto. La ciudad es candidata para ser Capital de la Cultura en 2016. De hecho se ha convertido en una verdadera "Ciudad de Museos": de los más de veinte que hospeda, son quince los que se encuentran en la misma zona. Además, se están realizando nuevos proyectos, con el objetivo de reunir en el Casco Histórico hasta 24 espacios museísticos. A pesar de su modernidad, es una ciudad fiel a las tradiciones. Célebres son la Semana Santa, la Feria de Agosto y El Verdial.
