Ciutat Vella, el casco antiguo de Barcelona, ​​se encuentra en el corazón de la ciudad. Como tal, alberga una variedad de atracciones turísticas, lugares de interés y puntos de encuentro para jóvenes, lo que significa que este dinámico distrito nunca resulta aburrido.
El casco antiguo de Barcelona se compone de cuatro zonas: el Barrio Gótico, con sus edificios medievales y calles sinuosas; el moderno El Born, con sus tiendas de moda y bares con estilo; el animado Raval; y el hermoso barrio costero de la Barceloneta.

El Barri Gotic, su nombre catalán (Barrio Gótico), es sin duda el verdadero corazón de la ciudad. Su laberinto de calles sinuosas y plazas asimétricas va desde las famosas Ramblas hasta el mar en las Drassanes. Mientras disfruta de la arquitectura gótica, sus sentidos se verán estimulados por los olores de diferentes tipos de comida, cerveza y lugares de artistas callejeros, todo lo cual hace que esta zona sea inolvidable.

El barrio del Born es la parte de moda de Barcelona. En los últimos años, esta zona, situada entre el Barrio Gótico, el mar y el parque de la Ciutadella, se ha convertido rápidamente en la parte de la ciudad conocida por su ambiente cosmopolita y de ritmo rápido.

La Barceloneta es una visita obligada durante su estancia en Barcelona. Esta zona mantiene su encanto tanto en verano como en invierno. Siempre concurrida, la Barceloneta es la playa más conocida de Barcelona, ​​caracterizada por sus bares, restaurantes de marisco, turistas y locales que pasan por la orilla del mar. En las pequeñas calles cercanas al mar, se pueden observar las típicas casas de pescadores. Estos edificios de apartamentos son bajos con una arquitectura típica marítima, lo que se suma al espíritu bohemio de la zona.

El Raval es una zona multicultural y vibrante, con exposiciones de vanguardia en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y el adyacente Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Bares bohemios, tiendas de diseño de moda y arte callejero llenan las calles circundantes. El mercado de La Boquería en la Avenida La Rambla vende mariscos, vino y tapas, mientras que los cafés relajados se alinean en la Rambla del Raval. El Museo Marítimo exhibe réplicas de barcos en astilleros medievales.